¿Será 2023 el año del DIY? Es probable, al menos, si tenemos en cuenta las últimas tendencias en pintura para paredes. Las siglas, que corresponden, en inglés, a Do It Yourself, es decir, “hazlo tú mismo”, parecen estar cobrando especial relevancia en estos tiempos de incertidumbre financiera.
“Hemos detectado que, con el aumento de la presión económica en los próximos años, más personas buscan dar vida a sus espacios de manera fácil y asequible. Esto hace que se inclinen a pintar muchas superficies que antes no se atreverían a cubrir ellos mismos, como por ejemplo, los suelos”, nos cuentan desde la tienda especializada Pintar Sin Parar. Si es tu caso, por cierto, te dejamos un paso a paso contando cómo conseguirlo.
Continúa el reinado de los blancos y neutros
“Baños y cocinas son los protagonistas absolutos de estas pequeñas mejoras para adecuar los hogares a los gustos de la actualidad. Esto significa blanco y blanco por todas partes, seguido por los grises medios y claros, y los tonos lino o topo, más luminosos”, continúan desde la marca.
De hecho, vemos cada vez más que se ha normalizado el hecho de pintar los azulejos, así como cubrirlos para crear una pared lisa al uso sobre el alicatado. Hay quien pinta, incluso, los armarios de la cocina, o las puertas de la casa. Esto último lo acaba de hacer Álvaro Toledo, el gurú de las reformas y las piezas vintage tras la cuenta de Instagram Plan C.
Un toque de color ‘reversible’
Ese color que vemos cada vez más en las casas eclécticas de moda también está empezando a encontrar su eco entre el gran público. El maximalismo ha iniciado asimismo su tímida entrada, en forma de papel pintado.
“Los consumidores están más abiertos a diseños únicos que ofrezcan una antítesis al minimalismo monocorde. Y es ahí donde están teniendo mucho impacto la pintura como acabado reversible por excelencia, aunque también los papeles pintados y los vinilos de quita y pon”, cuentan desde Pintar Sin Parar, que consideran que la coyuntura económica también ha impulsado a más consumidores a recurrir a los colores brillantes “como estímulo en momentos difíciles”.
“Vemos paredes llenas de flores, formas geométricas o murales pintados como la forma más sencilla de introducir colores y efectos divertidos o de tendencia, especialmente, para quienes alquilan”.
Eso sí, aún son pocos quienes se atreven a llenar su casa de color de manera integral, como hace la interiorista Justina Blakeney en su casa de California; este se aplica, más bien, en detalles.
Nueva atención a la oficina en casa
Cuando la pandemia irrumpió en nuestras vidas, nos vimos, de pronto, ‘compartiendo’ casa con compañeros de oficina de los que, muchas veces, no sabíamos ni el apellido. Las ubicuas videollamadas, ya asentadas completamente, han hecho que prestemos especial atención a nuestro rincón de trabajo.
“Ha aumentado el interés por decorar el espacio que se ve en pantalla, y esto está abriendo nuevas oportunidades en todas las industrias. Desde los paneles acústicos que absorben el sonido en la habitación donde se trabaja, hasta la colección de colores que ha sacado Bruguer en colaboración con Playstation, con tonos muy del ámbito digital, como azules, morados y rosas”, cuentan desde Pintar Sin Parar.
Pinturas ‘purificadoras’ con efecto ‘desgastado’
Ya no nos basta con recubrir nuestra casa con pinturas ecológicas; ahora, queremos que, además, ofrezcan un extra de salubridad al hogar. “Los consumidores buscan cada vez más alternativas saludables a las pinturas que liberan un exceso de compuestos orgánicos volátiles (COV), y ese es uno de los motivos por los que las pinturas a la cal despiertan cada vez más interés. Desde la lime paint (o ‘pintura efecto cemento’) hasta aquellas nuevas que incorporan grafeno u otros aditivos que permiten que puedan absorber tanto carbono como un árbol en un día. Estas fórmulas no solo no generan COV, sino que también pueden purificar el aire de otros compuestos orgánicos volátiles presentes en los hogares”, afirman desde esta superstore del color.
Quienes optan por este extra de salubridad también persiguen crear ese look ‘desgastado’ tan de moda, que suele ser un must en espacios de estilo mediterráneo y minimalista cálido. “Estos colores se inspiran en materiales naturales, como la madera, el mármol y la piedra. Suelen ser neutros cálidos, versátiles, que combinan muy bien entre sí y dotan a los espacios de una pretendida atemporalidad. Hablamos de arenas, linos, avenas, beiges y grises, que conviven con tonos tierra tipo caldera, terracota, sepia o siena”.
Verde que te quiero verde
Extraído del mundo vegetal, el verde fue uno de los primeros pigmentos empleados en la prehistoria, y posteriormente, en Egipto. Desde entonces, su reinado no ha cesado: ya hace tres años se convirtió en el color de moda en su tonalidad salvia, para arrasar después en cocinas.
“Hay un interés creciente por aprovechar los exteriores todo el año: balcones, terrazas y porches se integran con el salón para darles el mismo protagonismo. Esto ha puesto en valor a los verdes en todas sus variantes, especialmente, las más intensas, que asociamos a la naturaleza”, cuentan desde Pintar Sin Parar. “La naturaleza y las plantas seguirán siendo una forma importante y asequible de modular el estado de ánimo y favorecer el bienestar frente a los desafíos de los próximos años. Así que prevemos que los verdes van a seguir dando fuerte durante todo este año”, culminan.
